Nuestro Dojo nace como resultado de la inquietud difundir cada vez más nuestro arte y, a la vez, de poder contribuir a que la Bujinkan sea un arte marcial cada vez más accesible para todo tipo de personas, independiente de la edad, genero, religión o estrato social que tenga.

Nuestra tarea y principal responsabilidad como Dojo es transmitir de la manera más pura, directa y fluida las enseñanzas de la Bujinkan a cada uno de nuestros alumnos, enseñanzas que provienen directamente desde Japón y que por medio de distintos medios llegan diariamente a nuestro Dojo. Todo lo anterior busca realizarse de la manera más simple y fiel posible para así ayudar a cada persona a poder comprender de mejor manera este camino y ayudarlos a ser mejores practicantes del Budo, pero lo más importante, acompañarlos y guiarlos en su búsqueda de ser mejores como personas día a día.

Como cada Dojo apegado a los principios de la Bujinkan, nosotros no buscamos competir (dentro de Bujinkan oficialmente no existen competencias), ya que nuestro único objetivo como Budokas es poder perfeccionarnos como practicantes y personas. Para esto no buscamos compararnos con otras personas y/o practicantes, si no que buscamos conocernos mejor día a día con el fin de que esto nos permita detenernos, analizarnos y apreciar de manera autocrítica, pero de forma constructiva, si somos o no cada día un poco mejor persona y practicante de lo que éramos en el pasado. Para lograr este crecimiento personal es importante lograr pulir nuestro espíritu, nuestra mente y nuestro corazón por medio de una práctica constante y responsable.